Las personas suelen tener cambios de actitud una vez que entran en el aeropuerto. Probablemente sea producto de los nervios (aunque volar es sumamente seguro), pero además suele molestar a otros pasajeros.

  1. Hacer fila para entrar al avión, independientemente de que hayan llamado a abordar o que llamen a personas entre las filas en la que viajarás: Probablemente el peor comportamiento de todos, el que causa más retrasos y caos todas y cada una de las veces que hay que abordar. No hace falta hacer fila, si ya estás en el gate asignado a tu vuelo, simplemente espera a que llamen a abordar las filas en la que te sentarás en el avión, no antes. Ayudarás a que todos puedan subir lo más rápido posible.
  2. Discutir con un agente por no querer quitarte los zapatos (o cualquier otra cosa) en el control de seguridad: Sí, es molesto, sí, es injusto, sí, no debería suceder, pero es la única forma en que se puede subir al avión bajo las regulaciones actuales. Discutir por no querer quitarse los zapatos o el cinturón o por querer meter botellas de más de 100ml es inútil y solo logras que otras personas tarden más en llegar a la puerta donde sale su vuelo.
  3. No sentarte en el número de asiento que te corresponde al entrar al avión: El número de asiento está ahí por un motivo, ayuda a abordar el avión más rápido, contribuye en el orden y permite que familiares/amigos/parejas estén juntos durante el vuelo.
  4. Colarte en las filas para viajeros de primera clase fast-track: No se trata de “la elite” no permitiendo acceso a “los mortales” sino de respeto por las personas que, por un motivo u otro” acceden a este tipo de servicios premium. ¿El principal tipo de viajero que usa el fast-track? Los viajeros frecuentes, esos que corren de un lado a otro y tienen que aprovechar todo el tiempo posible. Muy probablemente accedan por el fast-track con pocos minutos para que su vuelo salga, por lo tanto colarse, los retrasa aún más.
  5. Emborracharte: Ya sea en bares de las áreas de espera o dentro del avión. Estar borracho le hace pasar un mal rato potencial tanto al personal del aeropuerto, al personal del avión como a otros pasajeros.