Si identificas el problema, podrás ver más fácilmente qué es lo que tienes que cambiar. Aunque hay varias razones por las cuales podemos llegar tarde a todos lados, algunas son repetitivas y podrían modificarse. 

Piensa que, al contrario de las consecuencias de llegar tarde a algún sitio, lo peor que te puede pasar por llegar temprano a algún lado es tener algo de tiempo libre y caminar un rato mientras haces tiempo antes de tocar el timbre o de presentarte a una reunión.

1. Duermes hasta tarde

Si estás tan cansado en la mañana que duermes hasta el último momento que puedas estar en la cama, es hora de pensar en acostarse más temprano.

Muchos no dormimos lo suficiente, y la privación de sueño es un ancla que nos impide obtener salud y felicidad. Incluso puede provocar que aumentes de peso, que no puedas bajar esos rollos ni desarrollar músculos y hasta problemas de erección.

2. Siempre tratas de terminar de hacer una última cosa

Si siempre tratas de responder un correo electrónico más o leer algunos papeles más ante de salir, haz esto: elige algo que puedas hacer cuando llegues a tu destino y sal más temprano.

3. Subestimas el tiempo de viaje

Puedes decirte a ti mismo que te toma sólo 20 minutos llegar a estudiar o trabajar, pero si en realidad te toma 30 ó 35, vas a llegar tarde. ¿Has identificado EXACTAMENTE el tiempo que te toma ir de un lado al otro?

Si determinas eso puedes saber con precisión la hora máxima de salida que tienes, y si estás tarde, sabes en cuánto. Sin esa identificación, sólo sabrás de manera vaga que el tiempo está corriendo y tenderás a pensar que tienes más tiempo que el que en realidad tienes.

4. No puedes encontrar tus llaves, tu billetera o tus lentes

Pocas cosas son tan desesperantes como no encontrar algo que necesitas para salir cuando ya estás tarde. Ubica un sitio en tu casa para las cosas que siempre llevas al salir y pon esas cosas en ese punto. Puedes ponerlas en una repisa cerca a la puerta principal o tenerlas siempre en un maletín, por ejemplo.

5. Detestas tanto el sitio al que vas a ir que lo pospones todo lo que puedas

Si has comenzado a detestar a tu jefe, odias a tu universidad profundamente o simplemente el sitio al que tienes que ir no te gusta, estás recibiendo una señal clara de ti mismo de que es momento de hacer un cambio en tu vida; o, en el caso de ser inevitable, llenarte de resignación y buenas energías para completar con la labor.

6 . Las reuniones de trabajo no terminan a tiempo

Exasperante. Se suponía que a las 8.30 tenías que estar en otro lado, pero estás atrapado en una reunión que va para largo. Algunas veces esto es inevitable, pero si pasa una y otra vez, identifica el problema.

¿Se asigna poco tiempo para una reunión que requiere más? ¿la reunión semanal de 20 minutos de la oficina se convierte en una reunión interminable de 60 minutos? ¿es una sola persona la que habla todo el tiempo? si enfrentas este tipo de problemas frecuentemente, hay probablemente un problema identificable – y una vez que lo hagas, puedes desarrollar estrategias para resolverlo.

Por ejemplo, definir previamente la agenda que seguirá la reunión, circular la información previamente vía correo electrónico, no permitir discusiones filosóficas sobre el asunto (lo cual es más común de lo que parece), etcétera.

7. Levantate dos horas antes

Si te levantas a las 6:00, por ejemplo, y tus clases son a las 9:00, tendrás como mínimo una hora para ti mismo y estarás plenamente organizado para las 8:00; será poco probable que te hayas olvidado algo, habrás tomado desayuno (cosa que evitará que subas de peso y que tengas antojos de comer cosas no convenientes durante el día) e incluso podrás ayudar a tu familia a organizarse una vez que estén todos de pie.

Fuente: Web del Hombre