El reumatólogo Mario Salazar Páramo dijo que pérdida de la inquietud característica de la infancia, fiebre, enrojecimiento de algunas zonas del cuerpo como el tórax, e inflamación articular en manos, rodillas y talones, pueden ser datos sugestivos de artritis juvenil.

El titular de la Jefatura de Educación Médica en el Hospital de Especialidades del IMSS Jalisco agregó que las enfermedades reumáticas en la infancia pueden presentarse “inclusive desde edades muy tempranas, como en los dos o tres años”.

Expresó que la enfermedad reumática más representativa en la edad pediátrica es la artritis crónica juvenil, con sus variantes que incluyen aquella en que se afectan menos de cuatro articulaciones.

“Hay otra en la cual, como ocurre en los adultos, se dañan articulaciones en forma simétrica y múltiple; y la última y más particular, caracterizada por enrojecimiento del tronco y crecimiento ganglionar denominada artritis crónica juvenil variedad de Still”.

Comentó que otras enfermedades reumatoides que pueden aflorar desde la infancia son lupus eritamatoso y polimiositis, “que en este caso se denomina dermatomiositis juvenil pero que tal y como ocurre en los adultos, afecta músculos y piel”.

Añadió que en el ámbito de las enfermedades reumáticas, éstas tienden a la cronicidad, “de ahí que persistan hasta la edad adulta con otra denominación: conforme la edad avanza si la enfermedad empezó a los 8 o 9 años o incluso desde los dos años, al llegar a los 16 automáticamente ya no es artritis crónica juvenil, se convierte en artritis reumatoide del adulto, aunque inició juvenil”.

Dijo que hay algunas enfermedades reumáticas que de manera espontánea “se apagan, es decir se autolimitan, sin embargo, lo usual es que cursen de manera crónica, y aún así, con tratamiento integral que incluya fármacos de última generación de los llamados biológicos, así como rehabilitación física y abordaje psicológico adecuados, el pequeño puede tener una vida prácticamente normal”

Precisó que aunque existen casos dramáticos, en que el inicio de la enfermedad reumática es a los dos años, “lo usual es que aparezcan entre los 7 y 12 años”.

Invitó a padres de familia a estar atentos ante síntomas como desgano, fiebre, dolor e inflamación articular y de vísceras como hígado, así como enrojecimiento de algunas partes del cuerpo, “porque éstos pueden sugerir alguna afección reumática”.

Subrayó que existen niños en los que durante el crecimiento presentan dolor óseo, “pero de ninguna manera debe subestimarse, sobre todo si éste se focaliza en áreas como rodillas, manos y talones, porque puede tratarse del preámbulo de alguna enfermedad como espondilitis anquilosante, por ejemplo”.

Resaltó que la visita al médico ante cualquiera de dichos síntomas es fundamental, “toda vez que hay otras enfermedades como leucemia y linfoma, que también ocurren durante la infancia y tienen sintomatología similar”.

“De ahí la importancia de que se haga un diagnóstico diferencial para llegar a una efectiva determinación de la afección que lleve a un tratamiento adecuado y oportuno”, apuntó.

Guadalajara, 14 Jul. (Notimex)