Consumer Reports, que se autopromueve como la mayor organización independiente en el mundo de pruebas destinadas a los consumidores, sometió hace poco al vehículo totalmente eléctrico de Tesla a una de sus evaluaciones para automotores.

Los resultados fueron poco menos que extraordinarios, pues el modelo estuvo solo un punto por debajo de sacar las mejores calificaciones en el régimen de evaluación que consiste de 50 pruebas. Su puntuación final de 99 de 100 significó que el Modelo S “tuvo un mejor desempeño que cualquier otro coche que hayamos probado”, dijo Jake Fisher, director de pruebas automotrices en la publicación. (Los propietarios de un Lexus acertadamente sostendrán que el Lexus LS 460L, modelo 2007, también obtuvo una puntuación de 99 en una comparación hecha por Consumer Reports hace años).

Cuando dieron a conocer los resultados de Consumer Reports, con su debido bombo publicitario, muchas personas vieron la puntuación casi perfecta y dedujeron que el coche era el mejor que jamás se había construido. El Tesla Modelo S es un extraordinario esfuerzo de comenzar desde cero por un pequeño fabricante de automóviles estadounidense, pero yo no estaría tan seguro de considerarlo —o a cualquier automóvil, en todo caso— como el mejor del mundo.

Sin duda, el Tesla libre de combustión y de cinco puertas es innovador e impresionante. Comprendo la forma en que el equipo de Consumer Reports quedó enamorado de su aceleración sin esfuerzo; de su interior muy silencioso, como una caverna; de su tecnología de panel de cristal. De hecho, en mi primera opinión de prueba de manejo publicada el otoño pasado, califiqué a uno de los primeros modelos de producción como “el primer automóvil de no combustión en el mundo que es eficaz y que no queda alterada su calidad”. Sí, es pionero.

Sin embargo, antes de darle el primer lugar y colocarle un moño azul como símbolo de victoria en su elegante parabrisas, es hora de una revisión apegada a la realidad: El Modelo S se encuentra lejos de no tener defectos.

Incluso después de pasar por alto todas las imperfecciones objetivas de este modelo (el equipo encargado hizo mención a alguna de sus fallas como la pérdida de energía parasítica en la batería al estar estacionado), los vehículos eléctricos carecen de infraestructura a nivel nacional en lo referente a estaciones de recarga, de una cobertura accesible en todo el país y tienen un costo que no puede pagar la mayoría de los consumidores.

Estos son los principales obstáculos, los cuales impiden que decenas de millones de personas siquiera consideren vehículos como el Modelo S. Los mismos obstáculos estuvieron presentes en otros vehículos de energía alternativa, como aquellos cuya energía proviene del hidrógeno y el gas natural.

El puntaje récord de Tesla es de 85 vatios por hora para este modelo, limitado a un rango de alrededor de 265 millas. A pesar de que puede ser conectado en cualquier toma de corriente de 110 voltios para una carga lenta, las estaciones de carga de vehículos eléctricos de alta velocidad solo se encuentran en las principales ciudades o en los corredores de carreteras muy transitadas, lo cual significa que una falta de previsión antes de tomar una carretera no muy transitada puede terminar en tener que llamar a una grúa.

Según el Departamento de Energía de EU, hay más de 5,800 estaciones de carga eléctrica en Estados Unidos (Tesla planea tener en un par de años una red nacional de sus denominadas estaciones Supercharger). No necesito recordarle a nadie que la gasolina para los vehículos de combustión se encuentra igual de fácil que la leche pasteurizada, y que todavía es menos cara.

Y al revisar el costo, según un estudio reciente realizado por TrueCar, el precio promedio de transacción para un nuevo coche de pasajeros fue de 30,812 dólares en enero de este año. El modelo principal de Tesla probado por Consumer Reports tenía un precio de 89,650 dólares, casi tres veces lo que se gasta en un auto según el promedio nacional.

Un verdadero mejor coche no solo necesitaría una cobertura de mayor alcance, combustible disponible en cualquier lugar o un precio que lo haga alcanzable para todos. Tendría que ser igual de funcional en cualquier época del año. Tendría que ser seguro en las pruebas de choque, suave en la carretera, maniobrable en la ciudad y lo suficientemente compacto como para caber en una cochera atestada en la ciudad. Algunos podrían incluso pedir que tenga capacidades todoterreno y de remolque.

¿Ven hacia qué punto voy?

Ningún coche que se fabrique actualmente merece el codiciado trofeo al mejor, y eso incluye al modelo S de Telsa que Consumer Reports calificó con 99 puntos.

Las necesidades de transporte personal son completamente individuales, basadas en la ocupación, ubicación regional, tamaño de los hogares, ingresos y, por supuesto, el gusto. Darle a un vehículo una puntuación casi perfecta es aceptable, y sin duda habrá otros igual de impresionantes, pero asumir que es mejor que los demás y satisface a todos por igual es erróneo y presuntuoso.

A quienes consideran que el Modelo S es el mejor coche del mundo, lanzo esta pregunta: ¿Cuál es el mejor zapato del mundo?

CNN