El cronista de la ciudad, Jorge Álvarez Rendón, invitó a autoridades y ciudadanos para que de manera conjunta se retomen las costumbres y la vocación cultural que caracteriza a Mérida desde su fundación en su participación como orador huésped en el marco del 471 aniversario de la fundación de Mérida, en sesión solemne en el auditorio Silvio Zavala Vallado del Centro Cultural Olimpo.

“Mérida es punto de llegada para muchos. Nacionales, coreanos, chinos, libaneses, italianos, alemanes. Diversa gente ha encontrado cobijo y afecto”, anotó. “La ciudad no puede ni debe ser vista como punto inicial de despojo y de injusticia, de conquista o sometimiento, sino como heredad que sujeta y crece con firmeza, resultado del devenir de una historia que no está facultada para detenerse o retroceder”.

Ante autoridades federales, estatales, municipales, empresarios, clérigos, profesionistas y sociedad civil, el cronista instó a los habitantes de la ciudad a unirse y dejar a un lado los sectores que marcan a la capital yucateca en la del “norte, del sur, del oriente y del poniente”.

“Seamos meridanos de amplia residencia, exploradores en nuestra casa. Que los habitantes de Altabrisa asuman a sus desvelos de San Camilo, que los vecinos de Brisas atisben por los abiertos postigos de la Emiliano Zapata Sur, que Itzimná se siente a platicar con la Colonia Canto y los muchachos de la Francisco I. Madero no teman pararse un momento en Jardines de Buenavista”, lanzó.

“Observemos a los que le dan de comer a las palomas. Hagamos cola para trepar a los camiones, vayamos al cine con toda la familia, tomemos en el Colón un sorbete de guanábana. Gocemos con un caldo de pavo con tostadas o una pizza doble naturalizada ya como mestiza”, sugirió.

“Acudamos a las voces de nuestra ciudad, de toda ella, sin perjuicios ni distingos. Mérida no es maya ni española. Mérida no es el lugar de los seis adoratorios, no es un perímetro de ruinas conquistadas. Mérida somos nosotros. Todos nosotros”, remarcó.

El alcalde Renán Barrera Concha propuso una alianza entre niveles de gobierno, entre instituciones educativas e iniciativa privada, organizaciones civiles y sociales, para construir una “nave donde quepan los más diversos y las relaciones diarias se confeccionen sobre un mismo tejido que cobije a todos”. (Notimex)