Una forma de evitar enfermarte cuando viajes es sólo comer fruta que tú mismo peles, ya que plantas pueden filtrar bacterias y prevenir que atraviese sus tejidos. Pues, ¿por qué no aplicar este principio para filtrar agua directamente?

Un equipo de científicos han hecho justamente eso al probar lo bien que el pino filtra el agua a través del xilema (tejidos que son como tubitos que transportan el agua de la raíz al resto de la planta). “La filtración usando tres tipos de filtros de xilema mostraron una negación completa de bacterias, filtrando al menos 99% de ellos,” dice el autor del estudio.

Los filtros de xilema usados en la investigación parecieron haber atrapado casi todas las partículas más grandes que 100 nanómetros en diámetro. Se espera que virus más pequeños podrían atravesar el filtro, pero la investigación sugiere que otros tipos de madera con poros más pequeños podrían usarse para filtrar estos patógenos también. Se usó pino en este experimento ya que un porcentaje mayor de su sección transversal esta hecho de este mismo tipo de tejido, haciéndolo una mejor opción para un prototipo.

Para hacer un filtro, lo único que tienes que hacer es pelar la corteza de una rama de un pino y lo metes en un tubo, sellando los hoyos entre la rama y el tubo con epóxido. Luego la presión debe ser optimizada, lo cual es un poco más complicado, pero ya habiendo logrado eso, cada filtro de ramita puede procesar 4 litro de agua por día, suficiente para una persona.

Las partículas se filtran en los poros nanométricos de la madera y hacen la tarea crítica de evitar que burbujas pasen de un conducto a otro, permitiendo al agua fluir del piso hasta las hojas de la planta viva, pero a su vez filtrando las bacterias para nosotros. Madera fresca parece filtrar mucho mejor que la madera seca y muerta.

“La construcción sencilla de filtros de xilema, combinado con la fabricación de un material económico, biodegradable y desechable sugiere que más investigación y desarrollo de los filtros de xilema podrían llevar a una mayor producción y reducir los incidentes de infecciones propagadas a través del agua en el mundo,” concluyeron los autores.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.