La siesta es un lujo que todos deberían tener porque está lleno de beneficios. El doctor James Maas asegura en su libro Sleep for Success! que “la siesta es una forma fácil y saludable de aumentar rápidamente nuestro estado de alerta, concentración, productividad, creatividad y humor”, e incluso apunta que es un buen modo de reducir el estado de estrés.

El ‘sueñito’ perfecto debe cumplir ciertos requisitos. La hora, el lugar y la duración son algunos de los puntos a tener en cuenta para dominar este arte en el que, si cumples las reglas del juego, puedes aumentar tu rendimiento diurno y llegar a la noche sin problemas para conciliar el sueño. Eso suponiendo que no sufras problemas de insomnio, en ese caso hay una única ley: las siestas están prohibidas.

Estos son 8 trucos para alcanzar la perfección en el arte de echarse la siesta:

1. Haz una siesta corta. Y por corta se entiende que dure alrededor de 25 minutos

La Agencia Espacial Norteamericana (NASA) estableció en 2011 que el tiempo adecuado para una siesta modélica es de 26 minutos. Un tiempo que corroborarían dos años después la Escuela Médica de Harvard y la Clínica Mayo al establecer, tras una investigación, que la siesta debe durar entre 20 y 30 minutos porque de lo contrario puede causar somnolencia.

2. QUE LA HABITACIÓN ESTÉ A OSCURAS, sea del modo que sea

Para James Maas, una de las claves para conquistar la siesta perfecta es dormirla a oscuras. “Haz todo lo posible por bloquearla, incluso si eso significa usar un antifaz”, apunta en su libro.

3. CONSIGUE SILENCIO ABSOLUTO o solo “ruido blanco”

Esto significa que las pelis de los sábados después de comer no son para echar la siesta, son para verlas. Para dormir la siesta se necesita silencio y no una conversación sobre crímenes o amores imposibles de fondo. “La película hace que el cerebro no descanse como lo haría si no hubiese ruido. Si conseguimos dormirnos con la tele de fondo es porque puede relajarnos y desviar la atención de cosas que nos impiden dormir”, explica Jesús Escribá.

James Maas recomienda recurrir a “tapones para los oídos o auriculares noise canceling, encender un ventilador, el aire acondicionado”.

4. ÉCHALA acostado mejor que sentado

No se trata de ponerse el pijama y meterse en la cama, pero sí de aproximarse a ese escenario. Porque la siesta debe dormirse acostado, que es la posición natural del sueño y así nos dormimos mucho más rápido. Diferentes estudios señalan que tardamos un 50% más de tiempo en conciliar el sueño cuando estamos sentados y eso explica que nos resulte tan complicado cabecear en trenes y aviones.

5. CONTROLA LA HORA y no empieces muy tarde

Si pretendes dormir por la noche, no puedes tomar una siesta a las seis de la tarde. Esto podría desencadenar problemas de insomnio. “Ten cuidado con dormir una siesta demasiado larga o demasiado tarde porque puedes perturbar el ciclo del sueño”, advierte James Maas. La hora ideal sería entre doce y cuatro de la tarde porque “antes de las 12 está muy cerca de cuando te has levantado y después de las cuatro está muy cerca de cuando quieres acostarte y disminuye la inercia del sueño nocturno”.

6. ANOTA LAS TAREAS PENDIENTES y consigue así poner la mente en blanco

Conciliar el sueño rápido solo se consigue estando muy cansado o teniendo preocupaciones. Para ello es importante olvidarse de las tareas post­siesta. Maas hace hincapié en la importancia de olvidarlas y para ello recomienda “escribir previamente esas tareas” en un cuaderno. Así desconectas y “cuando te despiertes estarás mejor preparado para empezar a realizarlas”.

7. APAGA el teléfono, pero deja la alarma puesta

Saber que no te va a llamar nadie en esos 20 minutos ayuda a conciliar el sueño más fácilmente y evita que nos despertemos antes de tiempo. Además, con la alarma puesta nos aseguraremos de que no nos saltamos la norma del tiempo máximo. Como señala Helene Emselle, autora del libro Snooze … or Lose!, cuando uno está suficientemente cansado para dormir la siesta, lo más probable es que no se despierte de forma mágica por voluntad propia a los 20 minutos. Una alarma a tiempo evitará problemas de horarios.

8. LIMITA EL CAFÉ o échate a dormir justo después de tomarlo

El café no está prohibido pero sí debe atenerse a unos horarios. Porque no nos olvidemos que la cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que podría arruinarnos el descanso. Un estudio japonés reveló en 2003 que café y siesta no son incompatibles siempre y cuando la cabezada empiece justo inmediatamente después de beberlo. La cafeína tarda aproximadamente 20 minutos en hacer efecto, el tiempo necesario para dormir la siesta y despertarse bajo el efecto ‘despertador’ del café.

Con información de Huffington Post