Muchas personas eligen su champú con base en criterios como el envase, el precio, el olor, o prestigio de la marca, sin considerar su tipo de cabello, que es uno de los temas más importantes.

Zoe Draelos, dermatóloga estadounidense y experta en seguridad y eficacia de cosméticos, señaló que tras la mayoría de estos productos hay una serie de investigaciones para determinar los ingredientes que contendrá cada tipo de champú. Ella afirma que las principales compañías de cuidado del cabello tienen grandes salas climatizadas donde cuelgan miles de “trenzas cortadas de pelo humano” para probar diferentes fórmulas de champús, acondicionadores y otros productos.

“Los productos son desarrollados para ciertos tipos de cabello, los ingredientes en la etiqueta pueden tener un aspecto similar (o incluso ser los mismos), pero las concentraciones son diferentes”, aseguró.

En este sentido, señaló que si, por ejemplo, se aplica un champú para pelo grueso en un cabello fino, el resultado puede ser aceitoso y sin brillo. “En lugar de ello, se necesita una fórmula para cabello más delgado para reducir la electricidad estática”, argumentó.

Con esto coincidió, la química cosmética independiente, Ni’Kita Wilson, quien agregó que asimismo, las personas con pelo grueso y rizado ni se les ocurra usar un champú para pelo fino.

Joe Murray, dueño de Hale -prestigioso salón ecológico de Manhattan-, recomienda seguir las instrucciones de las etiquetas. Además, recomendó tratar con los productos un par de semanas para ver si es el adecuado. “Puede que tengas que comprar un par de marcas diferentes del mismo tipo de champú o acondicionador para encontrar el que funciona mejor. Compra el tamaño más pequeño (los de viaje son ideales)” y alterna su uso cada dos semanas.

Murray también señaló que las personas tienden a usar mucho champú y acondicionadores demasiado pesados para su tipo de cabello, con el fin de contrarrestar la sequedad. Lo mejor es concentrar el champú en el cuero cabelludo para reducir el exceso de grasa sin resecar el cabello y luego usar el acondicionador desde las puntas hacia arriba, sin llegar al cuero cabelludo.

Pero encontrar el producto ideal, puede ser difícil. En este sentido, Draelos, recomienda considerar si el cabello es graso o seco, el grosor, la textura (liso o crespo) y si tienes caspa.

Por último, la especialista aconsejó usar sombreros y cremas capilares con protector solar, porque el cabello, al igual que la piel, también se daña con el sol.

Fuente: BBCH