Dennis Rodman, Premio Nobel, Kim Jong Un, Corea del Norte

Si el presidente Barack Obama, el exlíder palestino Yasir Arafat o la madre Teresa de Calcuta han ganado el Premio Nobel de la Paz, el exbasquetbolista Dennis Rodman considera que está haciendo todos los meritos para que le sea otorgado ese reconocimiento próximamente.

El extravagante exjugador de los Toros de Chicago rechaza las críticas que ha recibido por entablar una amistad personal con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, con quien se le vio este año compartir varios momentos públicos en un viaje que efectuó en medio de la tensión de ese país con Estados Unidos.

“Mi misión es romper el hielo entre los países hostiles”, dijo Rodman a la revista Sport Illustrated, que este mes dedica su portada a la exfigura del basquetbol estadounidense.

“Mantenernos a salvo en realidad no es mi trabajo, es el trabajo del hombre negro (Obama). Pero te diré una cosa: si no termino entre los tres primeros (candidatos) para el próximo Premio Nobel de la Paz, algo está seriamente mal”, dijo Rodman en la entrevista.

La amistad que han entablado Rodman y Kim han llevado a que el estadounidense lo considere un amigo “realmente sorprendente”, incluso “un amigo para toda la vida”, al que Estados Unidos no se le ha acercado para dialogar, consideró.

“La gente dice que es el peor tipo en el mundo. Todo lo que sé es que Kim me dijo que no quiere ir a la guerra con Estados Unidos. Todo su negocio es hablar de baloncesto con Obama. Por desgracia, Obama no quiere tener nada que ver con él”, dijo Rodman a la revista.

Pese a las críticas que ha recibido por su visita a Corea del Norte, el exjugador está seguro de que en agosto visitará al llamado Líder Supremo para iniciar unas vacaciones en conjunto con la familia presidencial.

Además, aseguró que abogará por la liberación del ciudadano estadounidense Kennet Bae, o Pae Jun Ho para los norcoreanos, quien fue condenado a 15 años de trabajos forzados tras ser encontrado culpable de “actos hostiles” que Corea del Norte no ha dejado en claro.

La portada de Sport Illustrated presenta a Rodman, con sus tatuajes en el pecho y la mano izquierda, sentado en una silla estilizada y sosteniendo una águila con su mano derecha. Un Ave Libre, lo nombra la publicación.

CNN