En 2011, el popular programa estadounidense de Jimmy Kimmel pidió a los padres que trolearan a sus hijos diciéndoles que se habían comido todos sus dulces de Halloween y que grabaran sus reacciones. La recopilación acabó siendo un divertido video que se popularizó por todo Internet llegando a casi los 50 millones de visitas. La broma se volvió toda una tradición y este año, una vez más, Jimmy pidió a los padres más despiadados que mintieran a sus hijos.

Toda su ilusión, esfuerzos y deseos de comerse los preciados dulces se desvanecen en un segundo cuando sus padres les dicen que se los comieron todos. De ahí frases como “has arruinado mi vida” y reacciones de rabia y frustración: