¡Hola a todos! y gracias nuevamente por leer mi columna. ¡Estoy de regreso!

Han pasado varias semanas desde la última vez que publiqué, en las que nos enteramos que la Formula 1 estará de regreso en México el próximo año, el dominio aplastante de Mercedes, amistades de infancia que se volvieron rivalidades en pista hasta convertirse en enemistades, el inicio del Chase en la NASCAR Toyota Series, entre varias otras.

Una de las que más me ha llamado la atención con el paso de esta temporada es el derrumbe del tetra campeón Sebastian Vettel. Si bien es cierto que todo tiene una curva de declive, por la que atraviesa el alemán es realmente trágica; dejen de lado el pelear por el campeonato, eso todos sabemos que se disputa entre los dos pilotos de Mercedes, lo relevante es que el tipo hoy no es competitivo y pienso que no sólo es culpa del coche, ya que Ricciardo ha demostrado su calidad como piloto y expuesto las virtudes que tiene el RB10, mismas que evidencia aún más el bajo rendimiento del aún campeón. Bajo estas circunstancias, no puedo dejar de preguntarme: “¿Qué estará pensando Mark Webber de ésto?

Es evidente que Vettel no ha logrado entender o adaptarse a esta nueva Formula 1, que el auto no tiene las prestaciones necesarias para ser competitivo como es el Mercedes, quizá Renault confió demasiado en el desarrollo que harían Sebastian y Adrian Newey, pero a estas alturas del campeonato esos ya no son argumentos validos. Tenemos que aceptar que en los años anteriores Mercedes hizo un desarrollo magnífico para afrontar esta nueva Formula 1 y honestamente yo no dudaría que Michael Schumacher haya tenido algo que ver con el desarrollo para el coche actual.

En términos generales me parece que se está cumpliendo lo que muchos pensaban, los campeonatos de Vettel fueron producto de Newey más que de él, pues por fin lo estamos viendo con un auto con problemas, que no es el más rápido, sin un co equipero al cual culpar, etc. Yo lo que rescato de todo esto, es la posibilidad de brillar que le da a Daniel Ricciardo, que honestamente la mayoría lo veía como el piloto que estaría bajo la sombra del múltiple campeón, sin posibilidades de triunfar y ha dejado claro que él es quien tiene las riendas de ese toro.