¿Nunca te ha despertado curiosidad el traje negro de Spider-Man? En la portada del número 8 de Marvel Super-Heroes Secret Wars se le dio un giro brutal a la vestimenta de la araña más famosa del mundo. Pasó a ser un individuo del ciberespacio y este nuevo diseño gustó tanto que incluso llegó a salir en la adaptación al cine de Spiderman 3 de Sam Raimi

Es un traje mucho más práctico, multifuncional y que consiguió enamorar al superhéroe. La obtención de este se produjo gracias a una máquina extraterrestre que encuentra en el cómic y que le salva de llevar su habitual vestimenta destrozada por la batalla. Una vez en Tierra el traje no era tan bueno como parecía y comenzó una serie de batallas y aventuras que desembocaron en la creación del mítico personaje de la serie Venom.

Pero, hasta aquí todo normal. Lo curioso de este traje es que no fue diseñado por Marvel como todos pensaban. Rick Leonardi, quien se adjudicó dicha creación, tuvo poco que ver en este giro del famoso personaje. La idea apareció en la mente de Randy Schueller, un fan anónimo que tuvo mucho que ver en todo este proceso.

A raíz del estreno de la tercera película del superhéroe salió a la luz todo un comunicado que mostraría la verdad. Randy Schueller decidió contar su historia, explicar la razón que le unía al fantástico traje negro de Spiderman. “Recibí una carta de Jim Shooter diciéndome que le había gustado mi idea y que quería comprarla por 220 dólares”.

Randy participó en un concurso de la compañía destinado a artistas y guionistas. Su propuesta era aumentar los poderes de Peter, que el traje formara parte de su propia piel, pero en ningún momento quería volverlo un ser maligno. A los de Marvel les gustó el diseño y solicitaron a Randy que participara en el guión del cómic. Llegó a dialogar una serie de proyectos con Marvel, pero al final todo acabó desvaneciéndose.

Sin embargo, el traje fue adquirido por la empresa y vio la luz en la famosa portada a la que hacíamos antes referencia. Junto a él, se desarrolló una historia nueva y completamente diferente a la idea original de aquel fanático de Spidey. Eran los 80’s, las normas eran bastante diferentes a las de ahora y Randy se tuvo que conformar con ver su creación en los cómics de todo el mundo.

Aún así, el quería un reconocimiento público. No buscaba derechos algunos sobre la criatura, ya que se lo compraron de manera legal. Como buen fan, soñaba con que su nombre constara en alguno de los cómics o que se reconociera libremente que formó parte de toda esta gran historia del traje negro. “Al ver que mi traje salía en Spider-Man 3 no lo pude aguantar más. Tenía que salir del armario y contarle a mis amigos y compañeros de trabajo que estaba contribuyendo al mayor éxito de taquilla de ese año”.

Para verificar todo este cuento, Randy envió a Sam Raimi una copia de la carta en la que Jim Shooter le compra el diseño. Incluso cuenta con el membrete oficial de la compañía de Marvel. Cuando una idea es buena, las compañías nunca la dejan escapar. Sin embargo, cuando entramos a dialogar el tema de los derechos, la cosa cambia. Y sino que se lo cuenten al ‘bueno’ de Randy.

(Esquire)