Sacerdotes hablaron en una universidad sobre la supuesta posesión de 1949 que dio pie al guión de una de las más famosas película de terror sobrenatural de la historia del cine.

Si hay un filme que se transformó en el estandarte de toda una generación y en un clásico del terror es “El Exorcista”.

La película de 1973, protagonizada por una joven Linda Blair, muestra la historia de una niña de 12 años que es sometida a un largo ritual religioso para expulsar al demonio que la poseyó.

Y el guión no es del todo ficticio. Se inspiró en un hecho real que ocurrió en St. Louis., Estados Unidos, en 1949.

EL EXORCISMO DE ROBBIE

Hace unos días, la Universidad de Saint Louis fue el punto de reunión de sacerdotes jesuitas para hablar sobre el caso sobrenatural que afectó a un niño de 13 años llamado “Robbie”, publica Daily Mail.

En la historia hay muchos datos cruzados, pero la versión apunta a que el muchacho habría utilizado una tabla Quija para contactarse con una tía fallecida. El artefacto abrió una “puerta a lo desconocido”.

 
Las semanas que siguieron a ese evento fueron  un verdadero infierno para la familia de Robbie. Su cambio fue rotundo y una inexplicable fuerza sobrenatural lo llevó a romper hasta las paredes de su casa. Sus padres, desesperados buscaron ayuda médica, pero ningún tratamiento tuvo efecto .

Pasaron meses hasta que un sacerdote los ayudó. Se trataba del reverendo William S. Bowdern, quien advirtió que el muchacho repudiaba todo objeto religioso, hablaba con voz extraña y algo parecido a dialectos que eran imposible de reconocer.

El reverendo dijo a los padres que la única forma de salvar al muchacho era realizándole un exorcismo, por lo que consiguió el permiso del arzobispado para llevar a cabo el ritual que se extendió por cerca de 6 semanas.

No fue hasta el exorcismo 30 en que consiguieron que lo que poseía a Robbie cediera y él pronunciara la frase “Christus, Domini” (“Cristo, el Señor”. Después de eso, el niño se recuperó.

Los sacerdotes reunidos ahora en la Universidad de St. Louis coincidieron en que no es posible tener la certeza que Robbie fue poseído por espíritus malignos. También pudo sufrir una enfermedad mental, algún tipo de abuso o sencillamente inventó todo.

A fin de cuentas todo se reduce a la fe. “Si el diablo nos puede convencer de que no existe, entonces gana la mitad de la batalla “, dijo el reverendo Paul Stark, invitado a la charla.

Durante la charla, alguno de los asistentes hablaron de conexiones personales con el episodio.  

Uno de ellos dijo vivir cerca de la casa donde el niño de 13 vivía en 1949. Otro dijo ser un primo lejano del padre Bowdern, quien murió en 1983.

El investigador de temas religiosos Thomas Allen, uno de los principales invitados al encuentro y que conoce de cerca el caso, dijo que aunque Bowdern nunca habló públicamente del episodio, a él le dio a entender que había sido real.

“Él me habló más sobre el niño y lo mucho que sufrió, y poco del rito”, dijo Allen. “Era un niño asustado, confundido y atrapado en algo que no entendía (….)  Él (Bowdern) me dijo: “Yo simplemente no lo sé y es donde lo dejo”.

Allen conoce a Robbie pero nunca ha revelado su verdadera identidad.

24 Horas