Un masajista profesional verá probablemente cientos de cuerpos desnudos o parcialmente desnudos a lo largo de su vida: frente a ellos, los clientes tratan de olvidar sus inhibiciones y defectos para permitirse relajarse, si se trata de un masaje en un spa, por ejemplo, o para permitir que las manos de los expertos curen o rehabiliten algún dolor en el masaje terapéutico.

Es por eso que Dale Favier, masajista de Portland Home Massage ha estado en una posición privilegiada para saber cómo es la apariencia real de un cuerpo masculino o femenino en la plancha de masajes. En su blog podemos leer, por ejemplo, que para un masajista en realidad no existen cuerpos que no sean hermosos en sus particulares diferencias.

“Las mujeres tienen celulitis”, escribe Favier. “Todas ellas. Tienen hoyuelos y son lindas. No es un defecto. No es un problema de salud. Es la consecuencia natural de no consistir en pixeles de Photoshop, y de no haber emergido de un pincel de aire.”

Si un estudio científico firmado por algún dermatólogo nos dijera exactamente lo mismo, probablemente pensaríamos que la celulitis es normal, pero fea. En cambio, según Favier la celulitis es en realidad otro rasgo común entre todos los tipos de cuerpos, como las líneas de la mano. “Los hombres tienen traseros tontos. Bueno, supongo que si tus clientas son sobre todo mujeres. Te encuentras con un trasero masculino y te preguntas, bueno, ¿eso es todo?”

“Flaccidez adulta. No importa cuán en forma estén. Cada década, un adulto es un poco más fláccido. Todo el tejido cuelga con un poco más de soltura. Se arrugan, también. No sé quién soltó el rumor de que sólo la gente mayor se arruga. Comienzas a arrugarte cuando comienzas a estar más fláccido, tan pronto como dejas de crecer, y el proceso continúa felizmente mientras vivas. Lo cual con un poco de suerte será mucho tiempo, ¿no?”

Pasamos tanto tiempo pensando cómo deberíamos vernos que olvidamos cómo nos vemos en realidad, perdiéndonos el espectáculo minucioso de nuestros pequeños cambios cotidianos. Fuera del Star System, nadie es una fotografía andante de sí mismo, y nuestros cuerpos cambian y, al igual que nuestras mentes, aprenden a conocerse a sí mismos solamente con el tiempo.

Fuente: (Avant Sex)