Marjorie Cameron fue elegida por Jack Parsons como la “Mujer Escarlata”, el arquetipo de la diosa sexual que podía servir como una portal hacia otras dimensones. La pareja de Parsons y Cameron retomó las enseñanzas de Aleister Crowley, sin duda una de las pocas personas que desde hace más de un siglo expresaba públicamente la intrínseca relación entre la sexualidad y lo sagrado –si bien la magia y el erotismo siempre habían estado vinculados, en Occidente el estigma de la sexualidad impuesto por la religión hizo que los conocimientos de magia sexual fueran siempre reservados en el más secreto hermetismo. Crowley, una de las figuras más vilipendiadas y malentendidas de la historia (ligado al satanismo por snobs, conspiracionistas y puritanos), entre otras cosas, quizás sea recordado en un futuro por resignificar la sexualidad humana como vía divina.

En 1946, Jack Parsons, el científico que desarrolló el combustible que permitió a la NASA llegar a la Luna, protagonizó junto al escritor de ciencia ficción y con artist L. Ron Hubbard, los Trabajos de Babalon, una de las sesiones de magia ceremonial más famosas en la historia del ocultismo occidental. El propósito de este mítico ritual era “traer amor, entendimiento y libertad dionisiaca” y el “necesario contrapeso o correspondencia a la manifestación de Horus”, esto es la continuación del trabajo de Crowley, quien a principios de siglo vaticinó la llegada del Eón de Horus, el hijo lúdico y libre de las constricciones de épocas pasadas.

Para acelerar la llegada del nuevo Eón  Parsons utilizó magia enochiana (el llamado lenguaje de los ángeles) y empleó “su varita mágica para levantar un vórtice de energía” y así llamar al Elemental, la Mujer Escarlata, central en la teurgia de Crowley, portal sexual al mundo espiritual. Esto es: Parsons realizó una masturbación ritual mientras Hubbard recibía dictados del mundo astral. Los trabajos de Babalon rindieron fruto, y poco después llegó a la vida de Parsons la Mujer Escarlata, transmigración de Babalon: Marjorie Cameron Con Cameron, una libidinosa pelirroja de ojos verdes, como dicta el canon del erotismo esotérico. Parsons se propuso engendrar al “Moonchild”, el hijo de la Luna, especie de cría luciferina o hijo mágico, “un producto del ambiente más que de la herencia”, el Mesías Thelémico. Parsons, quien luego murió en una extraña explosión, consideró exitoso el ritual sexual para la concepción de este hijo abstracto de una nueva era. Es probable que el personaje de Mia Farrow, en la película “Rosemary’s Baby”, en la que se busca engendrar el hijo del diablo, esté basado en Cameron.

Marjorie Cameron combinó la actuación con la pintura y la magia ritual. Su pintura muestra un mundo poseído por entidades interdimensionales y ceremonias enigmáticas, movimientos de energía que nos insertan en un mundo donde la sexualidad es vista como un sacrificio capaz de crear y desencadenar fuerzas cósmicas en el mundo.

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“Visión del Peyote”, Cameron mustra aquí el desdoblamiento astral de la entidad del peyote, “mescalito”, que la penetra empujando una lengua serpentina o una raíz de su boca.

Fuente: (Avant Sex)