Marina Abramovic y Ulay nos dan un ejemplo de cómo un verdadero amor permanece a pesar del tiempo. Ella, serbia, y él, alemán, son una pareja de artistas del performance  que se conocieron en 1976 en Ámsterdam. A partir de ese momento se unieron en todos los sentidos, profesional y sentimentalmente, hasta que consideraron que su relación debía llegar a su fin. Para materializar su ruptura representaron un acto llamado Los amantes, que consistía en recorrer por separado la Gran Muralla China hasta encontrarse en el centro y despedirse para siempre.

Mucho tiempo después, Marina representaba El artista está presente en el museo Moma de Nueva York. Su papel consistía en sentarse en una silla y mirar directamente a los ojos durante sesenta segundos a todo aquel que se pusiera frente a ella, separados sólo por una mesa y sin hablar. El performance marchaba de manera natural, hasta que un día el que se sentó frente a ella fue Ulay a quien no veía desde hacía 23 años. ¿Cuál fue el resultado? Pueden verlo con sus propios ojos.

Fuente: (Dfacto)