El presidente Barack Obama designó hoy a la embajadora estadunidense en Naciones Unidas, Susan Rice, como nueva asesora de Seguridad Nacional, un nombramiento que detonó críticas inmediatas de los republicanos.

Rice, quien sustituye en el cargo a Thomas Donilon y es vista como una persona cercana a Obama, ha sido blanco de críticas por parte de republicanos que consideraron como engañosas sus declaraciones sobre el ataque al consulado estadunidense en Bengasi.

“Susan ejemplifica la más fina tradición de la diplomacia y el liderazgo de Estados Unidos”, señaló Obama durante un acto celebrado en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.

La designación de la académica afroamericana generó cuestionamientos de legisladores republicanos, quienes argumentaron que Obama decidió recompensar la lealtad, antes que la integridad personal de su primer círculo de colaboradores.

“En el caso de Bengasi, Susan Rice demostró que tiene un mal juicio”, declaró a la cadena de televisión estadunidense CNN el republicano de Utah Jason Chafeetz, en alusión a los comentarios de Rice en el sentido de que el ataque al consulado fue en reacción a un video y no producto de la red terrorista al Qaeda.

La designación de Rice como consejera de seguridad nacional no podrá sin embargo ser obstaculizada por los republicanos, toda vez que no requiere ratificación senatorial por ser un nombramiento del Ejecutivo.

Obama se había inclinado por Rice para designarla como secretaria de Estado al inicio de su segundo mandato en enero pasado, pero su intención fue descarrilada a raíz del alud de críticas republicanas a la embajadora por el tema de Bengasi.

La campaña de los republicanos contra Rice llevó al presidente a designar al entonces senador John Kerry como jefe de la diplomacia estadunidense, un cargo que había buscado cuatro años antes, pero fue superado por Hillary Clinton.

Rice será sustituida en el cargo por Samantha Power, una periodista que cubrió la guerra en la desaparecida Yugoslavia, y más adelante se convirtió en académica de la Universidad de Harvard, donde enseñó políticas públicas.

Power es ganadora de un premio Pulitzer por su libro “Un problema infernal: Estados Unidos en la era del genocidio”.

Tanto Rice como Power son partidarias de la intervención de Estados Unidos en el mundo, pero han apoyado al presidente Obama en su política de evitar la participación del país en la guerra civil en Siria.

“A aquellos que les preocupa el involucramiento y el liderazgo de Estados Unidos en el mundo, no encontrarán a una más fuerte abogada de esa causa”, dijo Obama.

A diferencia de Rice, Power debe ser confirmada por el Senado estadunidense en las próximas semanas.

Washington, 5 Jun (Notimex)