Por Mariela Gómez M.

Abandonados siempre.

¿De qué? ¿De quién? ¿De dónde?

No importa. Nada más abandonados.

Cantamos porque sí, porque tenemos miedo,

un miedo atroz, bestial, insobornable

y nos emborrachamos de palabras

o de risa o de angustia.

 (Fragmento de “Apuntes para una declaración de fe”)

Considerada la poeta mexicana más destacada del siglo XX. Su obra también abarcó la narrativa: novela y cuento, el ensayo y los artículos periodísticos.  Entre 1948 y 1971 publicó más de diez poemarios reunidos en el libro Poesía no eres tú.

Veamos lo que la escritora comenta sobre el hecho de escribir poesía y algunos fragmentos de su obra:

¿Cómo empezó su camino en la literatura y escribió su primer libro, Trayectoria del polvo?, Rosario Castellanos le responde a Emmanuel Carballo en una entrevista:

“Es una especie de resumen de mis conocimientos sobre la vida, sobre mí misma y sobre los demás. Supuse que la mejor manera de expresarme era el poema largo, de gran aliento, aunque yo no lo tuviera”.

Nací en la hora misma en que nació el pecado

y como él, fui llamada soledad.

En la misma entrevista comenta sobre su postura poética: “reflexiono sobre el mundo, ya no como objeto de contemplación estética sino como lugar de lucha en el que uno está comprometido”.

No te acerques a mí, hombre que haces el mundo,

déjame, no es preciso que me mates.

Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren

de algo peor que vergüenza.

Yo muero de mirarte y no entender.

(Fragmento de “Agonía fuera del mundo”)

En otra entrevista, ofrecida a María Luisa Cresta, destacada escritora argentina, Rosario Castellanos expresa:

“Me siento comprometida con una realidad con la cual no estoy conforme y con la cual quiero colaborar para que de alguna manera cambie. Ahora, ¿cómo puedo cambiar esa realidad?”

El otro.

¿Por qué decir nombres de dioses, astros,

espumas de un océano invisible,

polen de los jardines más remotos?

Si nos duele la vida, si cada día llega

desgarrando la entraña, si cada noche cae

convulsa, asesinada.

Si nos duele el dolor en alguien, en un hombre

al que no conocemos, pero está

presente a todas horas y es la víctima

y el enemigo y el amor y todo

lo que nos falta para ser enteros.

Nunca digas que es tuya la tiniebla,

no te bebas de un sorbo la alegría.

Mira a tu alrededor: hay otro, siempre hay otro.

Lo que él respira es lo que a ti te asfixia,

lo que come es tu hambre.

Muere con la mitad más pura de tu muerte.

Fuentes:

Rosario Castellanos, Poesía no eres tú: obra poética: 1848-1971, Fondo de Cultura Económica, México.

 http://www.revistauniversa.com/articulo/rosario-castellanos-la-que-sabia-latin/