Debes saber que no siempre es malo comer en el trabajo, siempre y cuando sea la decisión libre de quien lo hace, concluyó una investigación realizada por John Trugakos, Bonnie Cheng, Ivona Hideg y Daniel Beal de la Universidad de Toronto Scarborough.

Hemos encontrado que un elemento crítico era tener la libertad de elegir si hacerlo o no. El aspecto de la autonomía ayuda a compensar lo que habíamos pensado tradicionalmente: que no era una buena manera de pasar el tiempo de descanso”, afirmó John Trugakos, profesor en el Departamento de Gestión.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores hicieron una encuesta a 103 empleados con puestos administrativos de una universidad durante un periodo de 10 días. A cada uno de los participantes se les preguntó sobre lo que habían hecho a la hora de la comida. Aunado a esto, los investigadores contactaron a los compañeros de estas personas para preguntarles sobre su desempeño y qué tan cansados se veían sus colegas al final del día.

Entonces, el estudio encontró que la libertad de elección en las actividades durante la hora de la comida causa menor fatiga en los empleados al final del día. Continuar con el trabajo en lugar de comer pareciera que deja a los empleados más cansados, esto sólo es verdad cuando los empleados son obligados a quedarse a trabajar en su horario de comida, pero el efecto se reduce cuando ellos mismos toman la decisión de hacerlo.

Aunque se cree que convivir con los demás es una buena idea, el profesor Trougakos dice que no necesariamente es así. Socializar a la hora del almuerzo también tiene un efecto negativo y puede dejar a los empleados exhaustos cuando la persona no decidió con quién convivir.

Muchas veces cuando se sale a comer, generalmente lo hacemos con compañeros de la oficina y cuando pasa, muchas veces, de lo que se habla es del mismo trabajo, por lo que cuidar los comentarios o no hacer ningún comentario que se pudiera malinterpretar son tácticas que se usan y provocan más tensión que relajación.

Te estás relacionando con gente que con la cual no necesariamente puedes relajarte y ser tú mismo”, señala Trougakos.

Si esto ya te sonó muy familiar, debes saber que los investigadores también reportaron que cuando las personas utilizan su tiempo libre para platicar por periodos largos también terminan más cansadas al final del día.

Lo que sí dejaron claro, es que si bien comer en el lugar de trabajo por propia decisión, el comer de forma obligatoria o simplemente no contar con horarios de descanso generan una baja en la productividad debido al agotamiento, el ausentismo y la rotación de personal.

Este es el primer estudio que examina el papel y efecto de la autonomía de los trabajadores en las actividades de “descanso” durante el trabajo.

Fuente: Quo