dentista

Al pasar de los años y ser un irremediable hipocondriaco me he dado cuenta que la única enfermedad o dolencia (como mi abuela decía) que no se puede inventar es un dolor de muelas… lo malo de este asuntito es que normalmente por tu pose de hipo(diminutivo no solo de hipopótamo sino de hipocondriaco) se lo achacas que al stress, al mal dormir, al síndrome de mandíbula hendida etc. etc. pero no al real problema que es una condenadísima carie que te ha acompañado al menos por dos años y que obvio no cuidaste por que la verdad es que te da toda la flojera del mundo cepillar tus dientes las tres veces que el condenado dentista y tu mamá daban guerra lo hicieras 3 veces al día, pero bueno ya me estoy desviando a mis traumas infantiles… a si, si, volviendo al tema, una vez iniciado el proceso de dolor no existe analgésico casero alguno que lo elimine así es que estas condenado a un fin de semana (cuando siempre sucede) de martirio y remedios caseros  para tratar de mitigar lo que tu pensabas era cualquier cosa menos una condenada carie que decidió taladrar la muela a nivel del nervio.

Por fin llega el tan esperado lunes en el que tu condenado dentista aparece y te hace el grandísimo favor de hacer un espacio en su apretada agenda, aunque en realidad esta plagada de locos como uno que jamás van al dentista a menos que sea de emergencia, te cita por ahí de las seis p.m. (hora pico) para que no contento con el fortísimo dolor, tengas que lidiar con el hermosísimo trafico. Al arribar te recibe su asistente que a pesar de tu obvia cara de inenarrable angustia y dolor te recibe con… Como esta Sr. Rodríguez , ¿que le duele la muela? Muy mal, ya ve por no venir a sus citas de cada seis meses, en un momento lo pasamos… a lo que en realidad tu quisieras contestar con una serie de palabras altisonantes, pero es tal tu “dolencia” que prefieres callar y esperar. Por fin sentado en el silloncito de los martirios, que seguramente fue ideado por algún padre en la inquisición,  empieza el verdadero martirio…

Dentista – A ver Sr. Rodriguez donde le duele

Tu-. Puuueeeeeesssss lllaaaa muuueeelllaaaa trrrrraaaaaasserrraaa deeeerrrechhhaaa …..

Dentista-  a ver abra (tomando tremendo instrumento y espejito) a ver, a ver esta (golpeteo), esta (mas golpeteo) o est….

Tu- aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!

Dentista- ok ok, ya la encontramos, muy bien…

Después de jalones , radiografías y demás chivas que pasan previas a la pregunta del millón… “LA SACAMOS???” porque obvio esta tan mal que no hay remedio, y es en donde llega frase que a inspira al doble sentido,  te duele horrores pero no quieres que la saquen.

 En fin, después de este martirio y con una muela de menos te prometes jamas volverlo a sufrir y le juras a todos los santos dedicarles toda la atención a estas pequeñas herramientas en tu boca, lo cual nunca haces hasta que otra vez empieza esa sensación que le achacas a todo menos a la caries y que eventualmente llegara para hacerte recordar que te volvió a valer un kilo de pirinolas hasta que te ataco un TERRIBLE DOLOR DE MUELAS

 Paco Poncho Rodriguez F.