Cuando hayas alcanzado tu peso ideal, esto es cuando es más importante para tu misión de bajar de peso entra en acción: el mantenimiento.

Después de pasar meses o hasta años haciendo dieta y ejercicio, cambiando tu estilo de vida para mantener el peso es más difícil que bajarlo.

La gente cree que puede regresar a sus viejos hábitos ya llegando a su peso deseado. Aunque sí tengas que consumir más calorías para mantener tu peso que para perderlo, si regresas a como hacías las cosas antes, terminarás con el mismo cuerpo.

Aquí hay unas estrategias para no tirar todo ese esfuerzo a la basura una vez hayas alcanzado el peso y la figura que querías.

Ponte una meta

Buscar maneras de hacer tu rutina de ejercicio activa, creativa e inspiradora resulta en sustentabilidad a largo plazo. Cuando estás bajando de peso, ver los números reducirse en la báscula y que la ropa te esté quedando más suelta es una enorme motivación para seguir. Así que sin importar la meta, es importante ver que estés logrando cosas continuamente.

Come más proteína

La mejor manera de incrementar tu músculo quemador de grasa es llenar alrededor del 75% de tu plato con fuentes ricas en proteína, como carnes sin grasa, huevos, frijoles y lentejas. El resto del platillo deberías dedicarlo para verduras, frutas y granos enteros. Combinado con tu rutina regular de ejercicio, la proteína mantendrá tus músculos creciendo, aumentando tu metabolismo para hacer el mantenimiento mucho más fácil.

Es importante mantener el músculo porque una de las principales razones por las que uno vuelve a subir de peso es porque pierden masa muscular que ayuda a acelerar el metabolismo.

Usa a tus amigos como apoyo

Buscar a tus amigos para echarte porras y que también les interese vivir sano puede ayudarte a mantenerte en el camino correcto. Si tus amigos se burlan de ti por querer ser y comer más sano, busca otro grupo de amigos.

Esto ayuda porque tus amigos de cierto modo te hacen sentir que no puedes fallar, porque estarías fallándote a ti nada más, sino que también a ellos.

Piensa antes de comer

Siempre deberías de preguntarte si lo que estás comiendo te dará energía para el ejercicio o si está lleno de nutrientes. Si haces esto, naturalmente elegirás las mejores opciones para mantener tu meta.

Haz tiempo para relajarte cada día

Es vital que hagas algo cada día para que te sientas nutrido. No tiene que estar relacionado con el fitness o comer. Lee un libro, date un baño caliente, haz algo que te guste. Aunque tu rutina y dieta estén perfectos, demasiado estrés psicológico puede resultar en que vuelvas a subir de peso.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.