Quizá estés listo para empezar a bajar de peso y haces cosas como eliminar alimentos de tu dieta o haces una de esas dietas tendenciosas que no hacen más que privar a tu cuerpo de varios tipos de alimento. Es difícil cambiar tu alimentación, por eso sugerimos que lo hagas de manera gradual.

Cuando ya tengas tu plan de dieta listo, protege tus cambios al evitar estos errores comunes durante el principio de tu nueva dieta:

1. Eliminas alimentos

Si estás considerando dejar los lácteos o el gluten a un lado, podrías estar cometiendo un error. Eliminar ciertos alimentos de tu dieta por completo sin que sea debido a una alergia puede afectar mucho tus metas. Al prohibirte algo, tus antojos por ese alimento van a incrementar como loco.

2. Ignoras las señales de hambre

Intentar controlar cuánto comes con reglas que alguien más impuso nunca te dará la satisfacción y sustentabilidad como aprender a responder adecuadamente a tu propia hambre. Come hasta que estés satisfecho en lugar de seguir lo que crees que es la porción que debas consumir. Se flexible y responde a tus necesidades.

3. Cambias todo de una vez

Es posible seguir un plan de dieta y ejercicio sin tener que hacerlo todo de un día para otro. Intenta incorporar el plan a tu vida en fases. Para resultados duraderos, haz los cambios en tu dieta y estilo de vida a un ritmo en el que te sientas cómodo.

4. Sacrificas sueño para hacer ejercicio y preparar tu almuerzo

Empezar una nueva dieta o rutina de ejercicio requiere más que tiempo y esfuerzo y puede que te encuentres sacrificando horas de sueño para seguir el nuevo ritmo, pero no hagas esto. Las hormonas de hambre y saciedad se equilibran durante el sueño. Además, tu control de impulsos está en su punto más bajo después de una noche de mal sueño. De hecho, se supone que en promedio, consumimos alrededor de 385 calorías después de una noche de pocas horas de sueño.

5. Elige tu ejercicio a base de cuántas calorías quema

Correr puede que queme más calorías que el yoga, pero si odias correr, es más probable que no quieras hacer ejercicio. Así que al final, es posible que no quemes nada de calorías. Procura siempre elegir ejercicios que disfrutes hacer en lugar de obligarte a correr una o dos veces a la semana.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.