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¿Alguna vez los has mirado fijamente y pensando en si son normales? Pues bien, así como los humanos, los pezones vienen en todas las formas y tamaños. Además sirven para muchas cosas como: experimentar un placer increíble; ayudar a alimentar a un bebé, e incluso alertar sobre algunos problemas de salud potencialmente graves.

En serio, son increíbles. Después de leer esto, los verás desde una perspectiva totalmente distinta:

1.Pueden medir varios centímetros. El tamaño de los pezones y areolas de una mujer puede ser tan ancho como una moneda de 10 pesos, o tan pequeño como una de una peso, esto por poner algún tipo de comparativo; sin embargo, cualquier tamaño es totalmente normal, y puede cambiar con el embarazo.

2.Son de todos colores. Rosa pálido, rojo ladrillo, marrón, amarillo, negro, todo dependen del origen étnico de la mujer y el tono del resto de su piel. Al igual que el tamaño del pezón se modifica con el embarazo, lo mismo ocurre con el color del pezón.

3.Brindan mucho placer. Los pezones son una zona erógena para muchas mujeres, incluso también para los hombres. Una investigación de la revista Journal of Sexual Medicine asegura que cuando se estimulan los pezones, un centro de placer en el cerebro se ilumina la misma forma en que se enciende después de la estimulación del clítoris y la vagina.

4.Te dan orgasmos. El mismo estudio mostró que existe un vínculo entre la estimulación del pezón y el centro de placer del cerebro, por lo que es posible llegar a experimentar un orgasmo estimulando únicamente los pezones.

5.A veces vienen de a tres. Existen casos de mujeres y hombres que nacen con tres pezones (o hasta siete pezones adicionales, conocidos como “pezones supernumerarios,” que en realidad se parecen a un lunar o marca; sin embargo, nunca se convierten en los pechos reales, y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.

6.Son desiguales. Uno siempre será más grande que el otro, y existirán diferencias en su superficie. Esas protuberancias en la areola pueden ser folículos pilosos, conductos o glándulas sebáceas que producen lubricantes.

7.¡Te cuidado con las erupciones! Existe una forma rara de cáncer de mama llamada enfermedad de Paget, puede presentarse como una protuberancia roja o erupción en el pezón o la areola; si observas algo así que persiste durante días ve a un doctor.

8.Odian el sudor y la irritación. Con el ejercicio a menudo tienen a secarse e irritarse debido al sudor y los sujetadores deportivos, un buen tip para aliviarlos es aplicar un poco de vaselina antes.

9.Sufren con el embarazo. El dolor, las grietas, el sangrado, son sólo algunas de las consecuencias de ser madre y amamantar a tu bebé. Por lo general estos síntomas tienden a desaparecer con el tiempo, pero si ese no es tu caso busca asistencia médica.

10.Pueden tener fugas de leche. Es un fenómeno extraño, pero muchas mujeres que amamantan han encontrado repentinamente el goteo de leche tan pronto como se oye el llanto de un bebé, aunque no sea el propio.

11.Ojo con las advertencias. Si de tus pezones llega a salir un flujo blanco cremoso que se libera por sí mismo podría ser una señal de un tumor no canceroso en el cerebro.

Una secreción verde o negra puede indicar un problema benigno en algún conducto; en caso de que salga sangre podría significar cáncer de mama. En cualquieras de los casos lo mejor es consultar a un especialista.

Con información de YourTango.