El noreste de Estados Unidos comienza hoy a recuperarse de los estragos causados por la tormenta invernal “Nemo”, que dejó sin luz a miles de viviendas, obligó a múltiples cancelaciones de vuelos y provocó la muerte de al menos nueve personas.

La tormenta, que se precipitó sobre un área con población de 40 millones de personas, causó en algunos lugares una acumulación de nieve cercana a un metro, aunque para el domingo en la mañana su intensidad parecía haberse disipado por completo.

Los estados más afectados fueron Massachusetts y Connecticut, entidad donde murieron cinco personas, de acuerdo con información del gobierno estatal.

Un hombre murió al ser golpeado por un auto mientras retiraba nieve de su garaje, dos colapsaron al realizar labores de limpieza, otro resbaló fuera de su vivienda, y uno más fue hallado muerto fuera de su hogar en la comunidad de Bridgeport.

Mientras tanto, en la ciudad de Boston dos individuos, entre ellos un niño de 11 años, murieron al respirar bióxiodo de carbono al guarecerse dentro de un auto de la nevada.

En Nueva York, un hombre falleció al ser arrollado por una mujer que perdió el control de su auto, y otro más pereció cuando se estrelló en su tractor para remover nieve.

Mientras tanto, luego de que el servicio eléctrico fue suspendido en casi 700 mil viviendas, empresas que brindan estos servicios reportaron que para hoy en la mañana el fluido había sido restablecido para casi la mitad de los afectados.

Asimismo, luego de que se cancelaran cerca de seis mil vuelos entre el viernes y el sábado, los aeropuertos del noreste de Estados Unidos comenzaron a reanudar sus operaciones desde la víspera por la mañana.

Sólo la terminales áreas de Windsor Locks, en Connecticut, y el aeropuerto local MacArthur, en el suburbio neoyorquino de Long Island, seguían cerrados la mañana del domingo, de acuerdo con reportes de medios de comunicación.

Pese a la inmensa cantidad de nieve que recibieron, los estados de Connecticut y Massachusetts reabrieron sus caminos para la circulación, aunque muchas vías aún se encontraban en mal estado y eran peligrosas, de acuerdo con las autoridades locales.